Entre el fútbol o el ciclismo. Cuando se tiene gusto por ambas disciplinas y las posibilidades de salir adelante como una forma para ganarse la vida en cualquiera son similares, se convierte en un dilema. Triunfar en otro deporte, dejar la pelota por montarse en una bicicleta fue una decisión que tomaron varios jugadores, en distintas épocas de sus vidas.
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Hay ejemplos en los cuales comenzaron jugando fútbol, pero al ver que no tenían muchas posibilidades de sobresalir, tomaron la otra opción. Casos de éxito, sin duda. Una vez se tiene la seguridad de tomar una decisión, enfrentaron la nueva realidad deportiva con total disciplina.
Pero también hay deportistas que se dedicaron al ciclismo en sus distintas modalidades una vez dejaron el fútbol. Es decir, triunfaron en el verde césped para asumir nuevos desafíos dentro de su nuevo estilo de vida. Primero como una opción recreativa, pero dado que tienen ese espíritu competitivo forjado con los años en su profesión de futbolistas, incursionaron en competencias ciclísticas.
Retiro forzado, bienvenido el ciclismo
Retirado del fútbol a los 33 años por una lesión que le impidió seguir jugando en forma profesional, Knut Anders Fostervold fue un volante con experiencia en clubes de Noruega. Pasó por Rival, Vestfold, Sandefjord, Stokke IL y Eik-Tønsberg.
Sin el rótulo de figura, las mejores épocas como deportista las vivió en el ciclismo. Ganó medalla de bronce en los campeonatos nacionales contrarreloj de Noruega en 2005, superando a campeones mundiales en la disciplina y hasta ganadores de etapas en el Tour de Francia. Repitió podio en 2006 y fue plata en 2007. Su nivel le alcanzó para ser seleccionado de su país en el campeonato mundial de contrarreloj.
Colgaron los guayos para subirse a la bici
Un poco más conocido, especialmente en el fútbol de España, Paco Camarasa pasó de ser capitán y uno de los líderes del Valencia en la década de los 90 a un aficionado al ciclismo, de los que compite en rutas cicloturistas de alto nivel. Encontró una forma de sobrellevar la vida tras varios años de carrera en el balompié. Participó en varias marchas ciclistas de reconocido nivel y prestigio en el calendario ciclístico internacional y en alguna ocasión no dudó en afirmar que es un deporte de exigencia mayor al fútbol.
Por otra parte, quien fuera entrenador del FC Barcelona y la Selección de España, Luis Enrique, es otro de los que se dejó llevar por el ciclismo. Luis Enrique hizo fama en el balompié como uno de los grandes jugadores españoles en la década de los 90. Cuando se reiteró encontró en las bicicletas la mejor forma para reinventarse deportivamente. Él lo hizo, con tal profesionalismo que hasta ha sido capaz de terminar un Ironman, entre otras competencias a las que ha acudido y que son catalogadas por los especialistas como de alto nivel.
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“El ciclismo es sacrificio, descansar para vivir por la bicicleta. Me gusta el hecho de superarse a uno mismo”, contó en una entrevista que le hizo el youtuber Ibón Zugasti. “En la bici me siento joven”, agregó.
Otro ejemplo lo encontramos en Roberto Solozábal. Fue defensor central en equipos como el Atlético de Madrid y Betis entre 1987 y 1999. Como Luis Enrique, él también vio en el ciclismo la oportunidad perfecta para no dejar el deporte, sin estar necesariamente ligado al fútbol. Ganó 2 Ironman, títulos que llegó a disfrutar casi al mismo nivel que la medalla de oro en los Olímpicos de Barcelona o una Liga al servicio del Atlético de Madrid. Cuenta que lo primero que hizo apenas se retiró del fútbol fue comprar una bicicleta. Flechazo directo para un romance del cual sigue escribiendo buenas historias.
A diferencia de muchos exjugadores, el retiro de Solozábal se dio muy joven, con apenas 30 años. Siempre le llamó la atención el ciclismo y cuando tuvo la posibilidad de practicarlo se propuso hacerlo como el mayor de los desafíos. Literalmente se hizo ciclista.
Probaron en el fútbol, pero se engancharon al ciclismo
Y vaya que lo hizo de maravilla. A lo sumo, una decisión acertada en varios sentidos. Hizo fama como esprínter y es un corredor al que le va bien en las pruebas clásicas de primavera. El alemán John Degenkolb no se arrepiente en absoluto de haber dejado el fútbol, donde se dio cuenta a temprana edad que le resultaría complicado cumplir el sueño de jugar al lado de Mats Hummels.
En el 2008 debutó como profesional en el ciclismo, destacándose de inmediato como un gran velocista, de los que sobresalen en las pruebas de contrarreloj. En la Vuelta a España del año 2012 ganó 5 etapas, todas en el sprint, donde lucía insaciable y sin rival alguno que se opusiera a su talento. Actualmente pertenece al equipo l Trek-Segafredo.
De su etapa como futbolista recuerda que “era central, soñaba con llegar a la selección nacional, pero no se me daba bien”.
Le dicen el Messi del ciclismo
Los especialistas en la materia advierten que es una de las grandes joyas que tendrá el ciclismo en muy poco tiempo. En 2018 lo mencionaron al lado del colombiano Egan Bernal, como esas promisorias figuras, llamadas a tomar la posta de los ciclistas más legendarios. Es belga, se llama Remco Evenepoel y con 19 años se dio el lujo de correr al lado de la élite.
Es el diamante en bruto de Bélgica, país con dilatada tradición en el ciclismo. Curiosamente, el primer deporte al cual se dedicó de lleno fue el fútbol hasta mediados del año 2017. Tampoco le iba mal con el balón porque alcanzó a ser seleccionado de su país en las categorías Sub-15 y Sub-16. Hizo parte de las divisiones menores de los clubes Anderlecht y también pasó por la academia juvenil del PSV. Condiciones tenía, pero nunca se sintió cómodo y cuando vivió episodios como ser suplente por varios compromisos cambió de parecer.
En el ciclismo está llamado a ser una de esas estrellas perfiladas para imponerse en las grandes pruebas del calendario internacional. El 13 de junio de 2019 logró su primera victoria como profesional en la Vuelta a Bélgica.
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